Tartaletas de chocolate rellenas de crema de mandarina
Estas ricas tartaletas de chocolate con crema de mandarina son el resultado de aprovechar la masa sablé de chocolate que tenía congelada, me sobró de la receta anterior, una rica tarta de chocolate y pera, que si no has visto todavía no sabes lo que te estás perdiendo :) Y la llegada de la temporada de las mandarinas, una fruta que me encanta.
Me gusta mucho elaborar postres con cítricos, añadiendo el zumo o ralladura de la piel en bizcochos y cremas.
Pero he de confesar que la única crema que no me convence del todo, es la crema de limón o lemon curd. No sé si nos pasa solo en casa o le pasa a más personas, pero a mi familia y a mí la crema de limón nos sabe metálica! En una ocasión me comentaron que se evitaba añadiendo una pequeña cantidad de chocolate blanco derretido a la crema. Pero la verdad es que no lo he comprobado todavía, al final siempre me inclino por preparar cremas con otros cítricos que me gustan más, como esta de mandarina.
Las mandarinas que he comprado traían muchas hojas, así que he aprovechado para preparar unas hojas de chocolate y decorar así las tartaletas. Se preparan fácilmente, si te apetece ver como se hacen te invito a ver el vídeo de la receta que tienes a continuación.
Ingredientes para la crema de mandarina:
- 130 ml. de zumo de mandarina (4 mandarinas)
- 3 huevos
- 100 g. de azúcar
- 1 cda. de maicena
- 30 g. de mantequilla en dados
Elaboración:
Exprimimos el zumo de las mandarinas, lo colamos, y reservamos.
En un bol amplio, ponemos los tres huevos junto con el azúcar. Removemos con una varilla manual para que se integren.
Agregamos la maicena y batimos de nuevo hasta que se haya disuelto, y no queden grumos.
Por último vertemos el zumo de las mandarinas que teníamos reservado, mezclamos bien.
Pasamos la mezcla a un cazo a través de un colador. Llevamos a fuego medio, sin dejar de remover, hasta que espese.
Retiramos del fuego, vertemos la crema en un recipiente que no sea demasiado hondo, de esta manera se enfriará antes, y cubrimos con film transparente a piel, es decir que el film esté en contacto con la superficie de la crema para que no se forme costra. Dejamos enfriar.
La receta y elaboración de la masa sablé de chocolate la puedes ver en esta tarta de chocolate, pera y pistachos.
La masa que me sobró después de hacer la tarta, la hice una bola, la envolví en film transparente, y la congelé, como te he comentado al principio. Ayer la pasé del congelador al refrigerador para que se descongelara. Debes sacar la masa del refrigerador unos minutos antes de estirarla con el rodillo, para que se atempere un poco.
Coloca la masa entre dos láminas de papel vegetal y estira con ayuda de un rodillo. Lo ideal es dejarla de unos 3 mm. de grosor. Yo utilizo unas tablillas niveladoras que me parecen muy prácticas.
Refrigera la masa durante 10-15 minutos mientras precalientas el horno a 160 º C, calor arriba y abajo.
Yo en esta ocasión he utilizado el molde de cupcakes para hacer las tartaletas, pero si no tienes, puedes utilizar cualquier otro molde que tengas.
Con un aro de emplatar, o incluso con el borde de un vaso que nos venga bien para el tamaño del molde de tartaleta que hayamos elegido, cortamos círculos de masa y forramos el molde, ajustándolo bien. Los recortes que te vayan quedando, júntalos haciendo de nuevo una bola de masa, y vuelve a estirar con el rodillo.
Con esta masa no suele ser necesario engrasar el molde, pero si no estás segura de que sea antiadherente, engrásalo con un poco de aceite o mantequilla derretida.
Cuando hayamos forrado todos los moldes con la masa, la pinchamos con un tenedor.
Llevamos al horno durante 20 minutos. Sacamos del horno y dejamos templar sobre una rejilla. Cuando podamos manipularlas sin quemarnos, las desmoldamos y dejamos enfriar por completo.
Rellenamos con la crema de mandarina, bien con ayuda de una cuchara, o con manga pastelera y boquilla redonda lisa.
Para hacer las hojas de chocolate para la decoración, derretimos el chocolate al baño maría, o en el microondas a intervalos de 30 segundos más o menos, removiendo cada vez. Yo prefiero la primera opción.
Dejamos que el chocolate se temple para que tenga una consistencia espesa, y con ayuda de un pincel de uso alimentario, pintamos las hojitas por la parte de atrás que se nota la nervadura. Debemos poner una capa de chocolate un poco gruesa.
Llevamos a la nevera 10 minutos para que se solidifique el chocolate. Damos una segunda capa de chocolate y refrigeramos de nuevo.
Retira la hoja con mucho cuidado y poco a poco.
Es importante que el chocolate esté bien sólido antes de desmoldar. Estas hojas son delicadas y hay que tener cuidado al manipularlas. Te aconsejo que hagas más de las que necesites, pues seguro que alguna se romperá al retirar la hoja.
Puedes guardarlas en un tupper con cierre hermético y así las tendrás listas para decorar tus postres.
Esto es todo por hoy, espero que te haya gustado mucho esta receta.
¡Gracias por estar ahí!
¡Hasta la próxima receta!
♥ Pilar ♥
Pilar esto sí que es saber sacar partido a un reciclaje, un dos por uno delicioso, imaginarás que si me gustó tu tarta, estas tartaletas no iban a ser menos, y con lo bonitas que te han quedado, y esa crema de mandarina, tiene que estar de escándalo, así da gusto venir a comer contigo, jajaja...
ResponderEliminarBesos.
Me alegro que te hayan gustado estas tartaletas Concha. La verdad es que tanto la combinación pera-chocolate, como esta de mandarina-chocolate, me encantan. Cómo bien dices, he sacado buen partido a la masa sablé de chocolate, jaja. Vente a comer cuando quieras, aquí siempre serás bienvenida!! Besos!
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