Tarta fácil de nata con fresas

Tarta de nata con fresas

Me encantan las fresas, están ricas solas, con un poquito de azúcar o miel por encima, con zumo de naranja, con chocolate, y por supuesto con nata montada. Esta última es una de las combinaciones más clásicas y habituales, y en mi opinión, también de las más ricas. Así que aprovechando que estamos en plena temporada de fresas, he preparado una sencilla y rica tarta de nata con fresas.

He preparado un bizcocho ligero, uno de los bizcochos más básicos que conozco, y con el que se pueden preparar muchos postres. Desde unos piononos de Santa Fe  o un ponche segoviano, si se hornea en plancha, o multitud de tartas diferentes si se hornea en molde. Es un bizcocho que no lleva ningún tipo de levadura (ideal para este momento en el que escasea este producto), ya que le incorporamos mucho aire batiendo con varillas, lo que hace que nos quede un bizcocho muy esponjoso y ligero.

Si además bañamos el bizcocho con un almíbar, rellenamos con nata montada y fresas maceradas con azúcar, y cubrimos toda la tarta con más nata montada, tenemos como resultado esta delicia.

Es una elaboración sencilla, pero por si te queda alguna duda, a continuación te dejo el vídeo que he grabado, y después tienes la receta escrita. Espero que te guste mucho y te animes a prepararla :)



Ingredientes para el bizcocho:

- 3 huevos
- 75 g. de azúcar
- 75 g. de harina

Para macerar las fresas:

- 350 g. de fresas naturales (reservar 3 fresas enteras para la decoración)
- 1 y 1/2 cdas. de azúcar

Almíbar:

- 100 ml. de agua
- 100 g. de azúcar
- Jugo de las fresas maceradas

- 500 ml. de nata para montar o crema de leche
- 80 g. de azúcar glas

- 3 cdas. de mermelada de fresa.


Elaboración:

Para hacer el bizcocho bate los huevos junto con el azúcar en un bol bastante amplio porque tienen que duplicar o triplicar su volumen. Si quieres, puedes poner el bol al baño maría para acelerar este proceso.

Cuando la mezcla tenga una consistencia densa, que te permita escribir una letra y tarde un poquito en desaparecer, es el momento de agregar la harina previamente tamizada. Puedes hacerlo en dos veces con movimientos envolventes para perder la menor cantidad del aire que hemos incorporado batiendo.

Vierte seguidamente la masa en un molde desmontable de 18 cm. de diámetro con la base forrada de papel vegetal.

Hornea a 180 º C durante 20-25 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo salga limpio y seco.

Deja templar sobre una rejilla, y cuando se pueda manipular sin quemarte, desmolda y deja enfriar por completo.

Lava las fresas y quita las hojas, reserva tres fresas enteras para la decoración, y trocea el resto. Espolvorea el azúcar por encima, remueve y deja macerar.

Pon en un cazo el agua junto con el azúcar para hacer el almíbar. Cuando comience a hervir y se haya disuelto el azúcar retira del fuego y deja enfriar. Incorpora el jugo que han soltado las fresas maceradas.

Bate la nata bien fría con varillas y cuando empiece a espesar agrega el azúcar glas en forma de lluvia. Sigue batiendo hasta que tenga una consistencia firme. ¡OJO! Si bates en exceso se puede cortar.

Iguala la parte superior del bizcocho si fuera necesario y corta en tres capas. Pon la primera capa sobre el plato de presentación y moja con el almíbar. 

Extiende una capa de nata montada. Yo lo hago poniendo la nata en una manga pastelera con boquilla redonda, pero puedes hacerlo con una espátula, o con una cuchara.

Reparte la mitad de las fresas maceradas por encima de la nata.

Cubre con la segunda capa de bizcocho y repite los mismos pasos.

Coloca la última capa de bizcocho, baña con el almíbar, y cubre toda la tarta con una fina capa de nata montada. Refrigera durante 30 minutos.

Cubre la tarta con una segunda capa de nata montada. Haz unos picos por todo el borde superior con manga pastelera y boquilla rizada.

Extiende un poco de mermelada de fresa en el centro.

Decora con las fresas que habíamos reservado, laminadas. Para dar brillo a las fresas, mezcla una cucharada de mermelada de melocotón o albaricoque con una cucharada de agua y caliéntalo unos segundos en el microondas. Pinta las fresas con esta mezcla. 










Cuídate mucho!

¡Hasta la próxima receta!

Pilar

Comentarios

  1. Pilar que coqueta y delicada se ve tu tarta, me gusta, alguna vez la he hecho, y la verdad que es tan fácil y queda tan bonita que luego da pena cortarla y comerla, jajaja, bueno comerla no me daría pena, porque está tan rica, que es imposible resistir la tentación; yo personalmente es que siento debilidad por las fresas con nata, siempre que sea crema chantilly, no nata en spray.
    No sé porqué no la tengo publicada, cuando en realidad he hecho más de una para los cumpleaños de mis niñas; lo de la manga siempre se lo dejo a mi marido ya que él tiene práctica y lo hace perfecto, lo demás lo hacía yo, pero antes de bloguear cuando mi vida era normal, no un caos, pero es que cada vez lo tengo peor para publicar, mi tiempo para repostear es tan escaso que ya lo he dejado por imposible, y cuando hago algo, es tan sencillo como fácil, jajaja...
    Besos

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    Respuestas
    1. La verdad que queda una tarta bonita además de rica. Por supuesto nada de nata en spray, todo lo que se pueda, hecho en casa, que se nota mucho la diferencia.
      La repostería lleva tanto tiempo que, o te apasiona, como a mí, o es difícil sacar tiempo para ello. Un beso Concha!!

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