Rosquillas tontas y listas de San Isidro


El 15 de mayo se celebra en Madrid la Fiesta de San Isidro, y uno de los dulces que no puede faltar son las rosquillas del Santo. Hay cuatro tipos de rosquillas, las tontas, las listas, de Santa Clara y francesas, todas parten de la misma masa pero con distintos acabados. Yo he hecho las tontas y las listas.

Las tontas son las más simples, no llevan ningún tipo de decoración, de ahí su nombre. Las listas sin embargo, se bañan en un almíbar, y después se cubren con un glaseado de limón.

Parece que la receta básica, la de las rosquillas tontas, es la más antigua y se remonta a la Edad Media. Sin embargo, la costumbre de comerlas en las Fiestas de San Isidro, se la debemos a la tía Javiera, una pastelera que en el siglo XIX vendía sus rosquillas en la pradera de San Isidro, y se hizo famosa por lo buenas que estaban.

Lo que más me gusta de estas rosquillas es que son horneadas en vez de fritas, lo que las hace menos grasientas. Son un dulce muy rico para las fiestas de San Isidro y para cualquier época del año.

 

Ingredientes:

Masa
  • 125 g. de huevo (son 2 huevos L enteros y un poco de otro, bátelos y después separa la cantidad exacta)
  • 75 g. de azúcar
  • 30 ml. de aceite de oliva virgen extra
  • 300 g. de harina de trigo común
  • 1 cucharadita de levadura química
  • 1 cucharada de anís en grano
Para las rosquillas listas
Almíbar 
  • 125 g. de azúcar
  • 125 ml. de agua
Glaseado de limón 
  • 150 g. de azúcar glas
  • 30 ml. de zumo de limón natural

Elaboración

Masa
  1. Machaca el anís en grano en un mortero y reserva.
  2. Pon los huevos, el aceite y el azúcar en un bol y bate hasta que la mezcla esté espumosa y blanquecina.
  3. Agrega la harina junto con la levadura tamizadas, y a continuación el anís.
  4. Mezcla a mano o a máquina hasta que se forme una masa. Verás que se forma enseguida.
  5. Pásala a la mesa ligeramente enharinada, termina de amasar y forma una bola. Deja reposar tapada, durante media hora.
  6. Precalienta el horno a 200 º C calor arriba y abajo.
  7. Corta la masa en porciones de 40 g. cada una.
  8. Forma las rosquillas. Puedes hacerlo de dos maneras. La primera, haciendo una bola de masa, aplastas un poco, y haces un agujero en el centro con el dedo. Procura que el agujero sea grande porque en el horno tiende a cerrarse. La otra forma es haciendo rodar la masa formando un cilindro fino y alargado, y después unir las puntas. Ve dejándolas en una bandeja de horno con papel vegetal.
  9. Pinta con huevo batido y hornea a 200 º C durante 12-15 minutos. No te excedas con el horneado porque quedarían duras.
  10. Saca del horno y deja enfriar sobre una rejilla. Si las dejamos así, son las rosquillas tontas. Pero de las trece unidades que han salido, vamos a convertir ocho en rosquillas listas.
Almíbar
  1. Pon un cazo al fuego con el azúcar y el agua. Lleva a ebullición y deja hervir durante cinco minutos.
  2. Apaga el fuego y con el almíbar aún caliente, baña las rosquillas por los dos lados. Ve dejándolas en una rejilla para que escurran.
Glaseado
  1. Pon el azúcar glas en un bol y agrega el zumo de limón poco a poco removiendo hasta que tengas un glaseado con una consistencia densa. Si quieres puedes agregar un poco de colorante alimentario amarillo para que a simple vista se sepa que es de limón.
  2. Baña las rosquillas en el glaseado solo por la parte de arriba.
  3. Agrega un poco más de azúcar glas al glaseado restante para hacerlo más denso, y con una cuchara deja caer hilos de glaseado sobre las rosquillas formando una especie de enrejado.
  4. Deja que sequen completamente y disfruta de tus rosquillas madrileñas.

Últimamente estoy haciendo unos dulces tradicionales muy ricos, otros que me han encantado, también típicos de Madrid, son los bartolillos. Y si todavía no has probado el ponche segoviano, te lo recomiendo 😉

Un abrazo.

Pilar ♥

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