Rosquillas de naranja
Las rosquillas son uno de los dulces caseros típicos de Semana Santa, aunque son tan fáciles de hacer y están tan ricas que se hacen en cualquier época del año. La receta de hoy son unas rosquillas de naranja muy tiernas y esponjosas que se mantienen así durante varios días.
Como pasa con la mayoría de dulces tradicionales, para preparar estas rosquillas necesitas unos ingredientes muy básicos que todos solemos tener en casa. Es increíble la cantidad de dulces tan ricos que preparaban nuestras abuelas con ingredientes tan sencillos.
Hay muchas recetas de rosquillas dependiendo de la zona de España donde te encuentres, la mayoría de ellas fritas y rebozadas en azúcar, pero también tenemos las rosquillas tontas y listas típicas en Madrid, que se hacen en el horno, y las listas se cubren con un glaseado. O las rosquillas alcalaínas, también horneadas, de hojaldre y bañadas en una crema de yema.
Pero ahora vamos con la receta de hoy, puedes ver cómo se hace paso a paso en el siguiente vídeo, o si lo prefieres, a continuación tienes la receta escrita.
Ingredientes para unas 15 rosquillas:
- 1 huevo
- 50 g. de azúcar
- Ralladura de la piel de una naranja
- 100 ml. de zumo de naranja
- 50 ml. de aceite de oliva virgen extra
- 275 g. de harina de trigo común
- 1/2 cucharada de levadura química o impulsor
- Azúcar o una mezcla de azúcar y canela para rebozar las rosquillas
Elaboración
- Pon el huevo en un bol agrega el azúcar y bate con una varilla.
- Agrega el zumo de naranja, la ralladura y el aceite de oliva y bate de nuevo.
- Incorpora la harina mezclada con la levadura y mezcla con una espátula de silicona o una cuchara de madera hasta que tengas una masa homogénea que se despega de las paredes del bol.
- Cubre con film transparente y deja reposar una hora.
- Pasado el tiempo de reposo vuelca la masa sobre la mesa ligeramente enharinada. Corta porciones un poco más grandes que una nuez, y con las manos engrasadas con un poco de aceite forma las rosquillas. Puedes hacer primero una bola y después el agujero del centro con un dedo o algún utensilio de cocina. O hacer un cilindro de masa y unir los extremos. En este caso asegúrate de que queden bien unidos, de lo contrario al freír las rosquillas se separarán.
- Calienta una sartén con abundante aceite de girasol, también puede ser de oliva.
- Fríe las rosquillas por ambos lados y a fuego medio hasta que estén doradas. Es importante que el aceite no esté demasiado caliente para que no se arrebaten por fuera y queden crudas por dentro. No pongas demasiadas rosquillas en la sartén, ve friéndolas en tandas pequeñas. Cuando veas que se hinchan y están doradas por un lado dales la vuelta. En total serán unos 2-3 minutos por cada lado.
- Ve dejándolas sobre papel absorbente.
- Rebózalas en azúcar o una mezcla de azúcar y canela mientras estén calientes.
- Deja enfriar y disfruta de esta delicia.
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