Postre de pera y chocolate blanco

 


La receta de hoy es un postre de pera y chocolate blanco en versión individual. 

No sé si es cosa mía, pero no es muy habitual ver postres con pera, con manzana hay muchos, pero con pera no tanto, y no sé por qué, porque la realidad es que quedan riquísimos. 

El postre de hoy lleva varias capas, la primera es una capa de bizcocho de vainilla y cacao, encima lleva pera y chocolate blanco troceados, y para terminar un crumble con almendra laminada por encima. 

La combinación de sabores y texturas de este postre es una maravilla.


Ingredientes:
  • 100 gramos de harina de trigo común
  • 1/4 de cucharadita de impulsor
  • 100 gramos de mantequilla (50 g. a temperatura ambiente)
  • 100 gramos de panela o azúcar de caña integral 
  • 1 cucharadita de cacao en polvo puro sin azúcar
  • 1 huevo
  • 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
  • 1 pera madura
  • 50 gramos de chocolate blanco picado
  • 25 gramos de almendra laminada
Elaboración

Mezcla el impulsor con la harina y divide en dos partes iguales.

Pon en un bol los 50 gramos de mantequilla a temperatura ambiente cortada en cubos.

Agrega una parte de la harina con impulsor, 50 gramos de panela o azúcar, el cacao en polvo, el huevo, y la esencia de vainilla. Mezcla con varilla manual o eléctricas hasta que se integren bien todos los ingredientes.

Reparte la mezcla en tres ramequines engrasados con mantequilla o en cualquier otro recipiente apto para horno. 

Encima pon 25 gramos de chocolate blanco picado, la pera pelada y cortada en cuadrados pequeños, y los otros 25 gramos de chocolate blanco.

Para la cobertura pon en un bol los otros 50 gramos de mantequilla cortada en cuadrados, en este caso debe estar fría, agrega la otra mitad de harina y los otros 50 gramos de panela. Mezcla con la yema de los dedos hasta que tengas una especie de migas gruesas.

Reparte la mezcla de la cobertura en los tres ramequines y por último la almendra laminada.

Hornea a 180 º C calor arriba y abajo y sin ventilador durante 20 minutos o hasta que estén dorados.

Deja templar un poco, y ya puedes disfrutar de esta delicia.

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