Galletas rellenas de cheesecake de limón
Galletas rellenas de cheesecake de limón, suena bien, ¿verdad?, pues cuando las pruebes te van a encantar.
Para preparar estas galletas tienes que hacer dos elaboraciones, pero las dos son muy sencillas.
Primero hacemos el relleno porque tenemos que llevarlo al congelador mientras preparamos la masa de las galletas.
El relleno es una crema de queso que recuerda mucho a una cheesecake de limón, y para hacerla tan solo tenemos que mezclar los ingredientes.
La masa de las galletas es la de unas galletas de mantequilla con sabor a limón también.
Al tener congelado el relleno en porciones es muy fácil ponerlo dentro de la masa de las galletas.
Quedan unas galletas grandes, de unos 8-9 centímetros de diámetro y absolutamente deliciosas.
Ingredientes para 8 galletas grandes:
Relleno
- 225 gramos de queso crema
- 40 gramos de azúcar
- 1/2 cucharada de ralladura de limón
- 1 cucharadita de zumo de limón
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
Galletas
- 200 gramos de azúcar
- 1 cucharada de ralladura de limón
- 115 gramos de mantequilla fundida
- 1 huevo
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 210 gramos de harina de trigo común
- 1/2 cucharadita de levadura química
- 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1/4 cucharadita de sal
Elaboración
Relleno
Pon todos los ingredientes del relleno en un bol y mezcla con una espátula de silicona o con unas varillas.
Cuando tengas una mezcla homogénea y sin grumos haz ocho bolas con la ayuda de una cuchara, deben pesar unos 33 gramos cada una. Ve dejándolas en un plato o en una bandeja con papel de horno y lleva al congelador mientras preparas la masa de las galletas.
Masa de las galletas
Pon el azúcar en un bol, agrega la ralladura de limón y mezcla.
Agrega la mantequilla fundida y mezcla con una varilla.
Añade el huevo y la esencia de vainilla y mezcla de nuevo.
Por último incorpora la harina junto con la levadura química, el bicarbonato, y la sal y mezcla con una espátula de silicona hasta que tengas una masa que se despega de las paredes del bol.
Forma ocho bolas de masa de unos 72 gramos cada una y ve dejándolas en una bandeja de horno con papel vegetal. Deja bastante separación entre ellas porque estas galletas se expanden bastante en el horno.
Cuando las tengas todas haz un hueco en el centro de cada una con los dedos, coloca el relleno que teníamos en el congelador y cierra la masa.
Hornea a 180 º C con calor arriba y abajo durante 18-20 minutos.
Sácalas del horno y déjalas templar unos minutos. Pásalas a una rejilla con ayuda de una espátula y deja que se enfríen por completo.
¡Disfruta de esta delicia!
Al llevar crema de queso las he conservado en el frigorífico.
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